Facebook está dispuesta a usar todas las tácticas posibles para «convencer» a los usuarios de que acepten el rastreo de sus datos. Incluyendo el miedo a pasar por caja…
La nueva política de privacidad de Apple está poniendo en apuros a las compañías que hacen negocios con esa privacidad, como Facebook. Así que está haciendo todo lo posible para que los usuarios acepten el rastreo, incluyendo el meter miedo.
Hace uno años Facebook presumía del lema «Facebook es y siempre será gratis«. Un lema que desapareció de su web en 2019. En las declaraciones ante el Congreso por las acusaciones de monopolio, el propio Zuckerberg cambió ligeramente el lema: «Siempre habrá una versión de Facebook gratis«.
Ahora, con la presión de Apple, ya no tienen problemas en insinuar que, si no te dejas espiar, Facebook e Instagram podría pasar a ser de pago.
Con el lanzamiento de iOS 14.5, Apple ha introducido nuevas normas de privacidad. Ahora obliga a las apps a preguntar explícitamente a sus usuarios si les dan permiso para ser rastreados, así como el tipo de rastreo que hacen.
Y claro, a Facebook no le ha gustado nada. Prefiere que sus usuarios no tengan que pensar en estas cosas.
Hasta ahora para convencer a la gente de que se deje rastrear, había usado argumentos como una mayor personalización de los anuncios, que no resulta muy convincente. Por eso en los últimos días ha añadido un argumento nuevo, según han podido comprobar algunos usuarios, tanto en Facebook como en Instagram: «Utilizamos la información sobre su actividad recibida de otras aplicaciones y sitios web para: mostrarle anuncios personalizados, mantener que Facebook sea gratis, y apoyar a las empresas que dependen de los anuncios para llegar a sus clientes«.
A otros usuarios no les aparece el polémico mensaje «mantener que Facebook sea gratis«, así que podría estar en fase de pruebas.
Facebook no está descubriendo nada nuevo: casi todo en Internet es gratis porque, o bien hay publicidad, o nos espían.
El problema es el uso que se hace con esos datos rastreables y ese poder que conlleva, como se ha demostrado en los innumerables escándalos de privacidad de Facebook en los últimos años.
Facebook usa el miedo, porque sabe que es muy efectivo: la mayoría de los usuarios no tienen problema en dejarse espiar, con tal de que Facebook, WhatsApp o Instagram sean gratis. Se quedan en la punta del iceberg: «Total, qué va a pasar si saben mis gustos o quienes son mis amigos«. Pero como en un iceberg, lo peligroso es lo que hay por debajo de la superficie…