Review | Realme 7: reseña completa ¿Vale la pena? Especificaciones, características, cámaras, rendimiento, precio

Cada cierto tiempo, me topo con esta pregunta en redes: ¿por qué las marcas siempre sacan 3 versiones de un modelo y no consolidan todas esas variantes en un teléfono perfecto? Evidentemente, la estrategia pasa por diversificar la propuesta en diversos niveles que puedan satisfacer demandas específicas de usuarios bajo un mismo concepto. Entonces ¿este realme 7 puede ser el equipo que alguien busca y representar una buena decisión de realme? Vamos a descubrirlo en esta nueva reseña de NIUSGEEK.

Estas son las especificaciones del realme 7:

REALME

7

TAMAÑO

162.3 x 75.4 x 9.4 mm

PESO

196.5 g

PANTALLA

IPS 6.5″ 90Hz 1080×2400 480 nits Gorilla Glass 3

OS

Android 10 | Realme UI

CPU

Mediatek Helio G95 (12 nm)

GPU

Mali-G76 MC4

ALMACENAMIENTO

64GB | 128GB | UFS 2.1 | expansión microSDXC

RAM

4GB | 6GB | 8GB

CÁMARA PRINCIPAL

48 MP, f/1.8, 26mm, 1/2.0″, 0.8µm, PDAF

CÁMARA MACRO

2 MP, f/2.4

CÁMARA GRAN ANGULAR

8 MP, f/2.3, 119˚, 16mm 1/4.0″, 1.12µm

CÁMARA DE PROFUNDIDAD

2 MP, f/2.4

CÁMARA DELANTERA

16 MP, f/2.1, 26mm, 1/3.1″, 1.0µm

MULTIMEDIA

Parlante | puerto de audífonos

SEGURIDAD

Sensor de huella lateral, desbloqueo facial

CONECTIVIDAD

WiFi 5 | BT 5.1 | LTE | USB-C 2.0

AUTONOMÍA

5000 mAh | Carga ultrarápida de 30W

Un diseño por mejorar

Este realme 7 no toma distancia del modelo Pro y repasa las líneas que ya habíamos visto en el modelo anterior: cuidado, cómodo a la mano, espalda duotono y la misma sensación de panel poco unificado con el chasis. Sin embargo, hay sutiles diferencias con el realme 7 más caro.

Una de ellas es el arreglo de cámaras, que luce más alargado en esta versión. Además, perdemos el sistema estéreo de parlantes para solo contar con una simple salida desde el borde inferior.

Eso sí, el tener los botones de volumen en el borde izquierdo y el de encendido en el derecho es un tremendo dolor de cabeza. Ya no sé cuántas capturas de pantalla he obtenido al presionar de casualidad el “volumen abajo + bloqueo” en el bolsillo o sobre la mesa.

Por lo demás, tenemos solo la protección Corning Gorilla Glass 3, así que aleja a este equipo del agua, pues su chasis de plástico no tiene certificación IP.

Concesiones con la pantalla

El panel IPS es la primera diferencia que salta a la vista, pues le modelo Pro tiene una pantalla AMOLED, aunque de 60 hercios. En este caso, realme nos quita y nos da: adiós AMOLED; hola 90 hercios. No hay mucho problema en el reconocimiento de toques en pantalla o visualización de contenido bajo el sol, así que andamos bien.

Es una pantalla que representa bien los colores y no distorsiona la gama de colores en ángulos de visión cerrados. Lo malo es que genera una viñeta oscura en fondo blanco en las esquinas inferiores, un efecto molesto en la visualización de menús en “Modo Claro”.

Un software en búsqueda de madurez

Nos encontramos con una buena fórmula: realme UI 1.0 + Android 10, que ya habíamos tenido la oportunidad de probar en el C3 y el 7 Pro. Es una capa ligera, con poca carga de apps preinstaladas y con varias condiciones que ya hemos repasado en reseñas anteriores.

Lo que sí me parece imperdonable es este “error de novato” cometido por realme en mi modelo de prueba. La hora no se ve, debido a que el software no empuja la información para evitar el módulo de cámara. Ha sido lo más desesperante durante mis pruebas: bajar la barra de notificaciones para ver la hora. Ridículo.

Por otro lado, me preocupa mucho que mi unidad de prueba tenga parche de seguridad actualizado hasta el 5 de julio de 2020. He intentado actualizar, pero no he recibido ningún paquete para resolver este tema. Play Protect está al día, pero no puedo confiar en un equipo que me deje 11 meses sin actualizar los parches. Tienes tarea, realme.

Cámaras que merecen más cariño

Frente al realme 7 Pro, este equipo toma distancia con un sensor de 48MP, pues mantiene al resto de integrantes intactos. En este contexto, esperaba los mismos resultados con menos detalle. Vaya error.

En líneas generales, este sensor de 48 MP anda muy bien, aunque el proceso computacional tiende a añadir demasiado detalle a la foto que muestra. Es casi como que la opción Zarpen se disparara al 100% y se compensara con la saturación. Sin embargo, he tenido suerte de disparar buenas fotos.

En el caso del gran angular, anda bien para fotos ocasionales y mantiene un buen balance de color, pero no parece ajustar la cantidad de detalle y, por momentos, los bordes de los objetos tienen demasiada presencia.

El “ultra macro” no es tan ultra como el marketing quiere hacernos creer, y enfoca a una distancia un poco más lejana que otros sistemas.

De noche, la calidad de fotos cae. Y mucho. Por momentos el sensor principal se apoya demasiado en el procesado del “Modo Noche”, dejando texturas disparejas. Con disparos automáticos, olvídalo. El equipo no enfrenta de buena manera el ajuste veloz en baja luz y no genera distancia entre el objeto y el fondo.

La cámara delantera anduvo bien en interiores y luz de día pareja, pero falla mucho para ajustarse bajo el sol. He tenido momentos en los que el lente no era capaz de graduar el ingreso de luz y descompensaba la toma. Me hizo extrañar al implementado en el modelo 7 Pro.

No me parece que realme tenga un producto maduro en manos, por lo menos en temas de fotografía.

Rendimiento consistente

Este Mediatek G95 ha demostrado ser eficiente para dar soporte al panel de 90 hercios en todo momento, además de optimizar la multitarea y dinamizar el pase entre apps sin problemas. Solo quiero aclarar que el equipo de prueba tiene 8GB de RAM, un dato no menor para comprender esta parte de la reseña.

Para juegos ocasionales anda muy bien, y la pantalla reconoce los toques sin problemas. Juegos como Airline Commander o Asphalt 9 van fluidos y aprovechando la cantidad de hercios del panel.

Para conectividad, el equipo ha respondido muy bien a mi nuevo sistema mesh en casa, logrando cuotas altas en WiFi. Incluso en calle, usando 4G, he tenido una conectividad sin problemas. El bluetooth tampoco representó mayor complicación, aunque tuve un par de caídas con los Moecen.

La multimedia anda bien, pero echamos de menos el sistema estéreo del realme 7 Pro y su pantalla AMOLED. Tampoco tengo radio FM en esta versión, lo que limitaba aún más la experiencia.

El lector de huellas es impecable, funciona muy rápido y reconoce muy bien las credenciales que añadí. Además, el desbloqueo facial es realmente veloz.

Es un teléfono de buen funcionamiento, que va sin problemas para tareas habituales y exigencias en temas de conectividad, multimedia y juegos. Todo esto, claro está, empujado por una pantalla de 90 hercios que añade fluidez a la capa.

Autonomía dentro del promedio

Sus 5000 mAh son más que suficientes para el día, y me permitieron llegar sin problemas al final del día con 20% tras siete horas de pantalla activa. Además, realme añade su carga rápida propietaria de 30W y nos deja con una sonrisa a medias frente a los 65W de carga de su hermano Pro. 50% del teléfono estará cargado en media hora.

¿Vale la pena?

Cuando recomendé al realme 7 Pro, fue fácil recomendarlo por la serie de atributos que presentaba: una gran carga rápida, buen juego de cámaras, un buen panel AMOLED, un software cuidado y con poca invasión sobre Android. No veo lo mismo en este realme 7, pese a que valoro mucho el trabajo de su procesador y el buen desempeño del IPS a 90 hercios.

Con este realme 7 lleno de inconsistencias en cámaras, con una protección actualizada hace once meses y con pocos beneficios frente a la competencia en su rango de precios, es muy complicado ir por él. Ve por el Pro, es la compra segura.

* Equipo cedido a préstamo por realme Perú desde el 3 de mayo hasta la publicación de la reseña. Precio en el mercado: 1019 soles.

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