Black Shark fue la respuesta de Xiaomi a la floreciente demanda de móviles de altas prestaciones para gaming, pero manteniendo el bajo precio que caracteriza al gigante chino.
En la actualidad Black Shark se presenta como una empresa independiente, pero mantiene los mismos valores y el vínculo con sus orígenes en la cuarta generación de móviles gaming de bajo coste.
Que el término Low-cost no te lleve a engaño. Lo único que se ha recortado en este móvil gaming es su precio, que llega a las tiendas con un precio de partida de 499 euros. ¿Merecerá la pena invertir en un smartphone de estas características? Te lo contamos al detalle en este análisis del Black Shark 4 y te damos nuestra opinión.
Black Shark 4 | |
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Pantalla | Super AMOLED 6,67 pulgadas | Formato 20:9 | Full HD+ (2.340 x 1.080 píxeles) | 144 Hz | HDR10+ | pico de 1.300 nits | 395 ppp |
Procesador | Qualcomm Snapdragon 870 | Adreno 650 |
Memoria RAM y almacenamiento | 6, 8 y 12 GB LPDDR5 | 128 y 256 GB | UFS 3.1 |
Cámaras traseras | Principal: 48 Mpx f/1.8 | Gran angular: 8 Mpx f/2.2 y 120° | Macro: 5 Mpx f/2.4 |
Cámara frontal | 20 Mpx f/2.0 |
Batería | 4.500 mAh | carga rápida 120 W |
Android | Android 11 con JOY UI 12.5 (MIUI 12) |
Conectividad | 5G | WiFi 6 (802.11 ax) | Bluetooth 5.2 | USB-C | A-GPS, GLONASS, GALILEO |
Dimensiones y peso | 163.8 x 76.4 x 9.9 mm | 210 gramos |
Precio | 499 euros |
Análisis del Black Shark 4 por apartados:
Móvil gaming discreto pero los 144 Hz de su pantalla les delatan
El Black Shark 4 es móvil gaming que no lo parece. No tenemos luces RGB, ni logotipos sobredimensionados ni diseños más cercanos a una nave espacial que a un smartphone.
Sin embargo, eso no le priva de ser un móvil con muy buena disposición para los juegos manteniendo un aspecto más convencional. Black Shark nos ha enviado una unidad con el acabado gris pálido (Pale Grey) que, a diferencia del modelo en negro (Mirror Black), no muestra un acabado con efecto de brillo en X.
Se trata de un móvil gaming relativamente compacto para lo que solemos encontrar en este segmento con 163,8 x 76,4 mm. Eso sí, no es el móvil más esbelto ya que deja un grosor de 9,9 mm y 210 gramos de peso.
La trasera de plástico con efecto cristal disimula ese grosor con curvas en los laterales suavizando la entrega en el chasis de aluminio que queda a la vista.
En general, es un smartphone que se siente contundente en la mano, aunque sin llegar a ser pesado y, disimula muy bien la cintura porque no da la sensación de ser tan grueso gracias a sus laterales y vértices redondeados.
El módulo de tres cámaras se sitúa en posición horizontal en el tercio superior. No sobresale tanto como en otros modelos gaming. Una carcasa protectora de plástico incluida junto al móvil protege la cámara y la trasera sin añadir más peso al conjunto.
El borde derecho está más concurrido de lo habitual. Además del botón de encendido con sensor de huella dactilar, encontramos dos interruptores deslizantes que, al desplazarlos, liberan los gatillos magnéticos. Estos gatillos no solo son útiles para mejorar el control en juegos, sino que también pueden personalizarse con funciones y atajos como disparador de la cámara, etc.
Más despejado queda el borde opuesto que alberga la ranura para la doble tarjeta SIM y el botón de volumen, mientras que en el extremo superior encontramos la salida para el altavoz estéreo superior que se sincroniza con el del extremo inferior junto al USB de tipo C y al jack de 3,5 mm.
Si nos vamos al frontal encontramos una pantalla plana con bordes redondeados para suavizar el tacto al usarla. Los marcos se han mantenido en unos niveles adecuados siendo prácticamente simétricos en todos sus lados. La cámara frontal está insertada en un pequeño orificio centrado en la parte superior.
A nivel técnico nos encontramos con una pantalla Super AMOLED de 6,67 pulgadas con un formato 20:9 y resolución Full HD+ (2.340 x 1.080 píxeles) dejando una densidad de 395 ppp. Lo cierto es que la pantalla ofrece muy buena calidad y no decepciona a pesar de encontrarse instalada en un móvil gaming de menos de 500 euros.
De hecho, esta pantalla viene muy bien preparada para el gaming con una tasa de refresco de hasta 144 Hz que puedes configurar desde el sistema y un muestreo táctil de hasta 720 Hz, lo que resulta en una experiencia de juego con respuesta inmediata en todos los sentidos.
Es una tasa de refresco variable, por lo que solo alcanzará esos 144 Hz en los escasos juegos compatibles con esa frecuencia, por lo que la mayor parte del tiempo estará funcionando a frecuencias inferiores.
En lo relativo a la calidad de imagen tampoco se queda muy atrás de lo que ofrecen otros móviles gaming más caros, como es el soporte para HDR10+ con una cobertura del 105% del espacio de color DCI-P3, y un pico de brillo de hasta 1.300 nits que proporciona una pantalla Samsung de tipo E4.
Hemos medido un brillo medio de 804 luxes con el ajuste en modo manual al máximo y 1.350 luxes al activar el modo HBM (Hight Brightness Mode) bajo situaciones de luz intensa. Esto, en definitiva, garantiza una excelente visibilidad de pantalla tanto en exteriores como en interiores.
El brillo también tiene mucho que decir en el calibrado del color. En este caso el sistema operativo permite ajustar el color de la pantalla entre tres opciones: Color Brillante, Autoadaptativo y Estándar. Tal vez el primero sea el más natural, y el Estándar el más impreciso en el color, mientras como su nombre indica, el Autoadaptativo cambia la temperatura de la pantalla en función de la luz.
La buena experiencia de uso que ofrece la pantalla la convierte en uno de los puntos fuertes de este dispositivo, que sorprende con un componente de primer nivel en un móvil gaming low-cost que, por el momento, nos está dejando muy buenas sensaciones.
No tiene el hardware más potente, pero no lo vas a echar de menos
No es extraño que al hablar de móviles gaming automáticamente pensemos en los componentes más potentes del mercado. Sin embargo, ¿realmente se necesita ese hardware tan extremo para jugar?
Lo cierto es que sí, pero no todo el hardware tiene la misma importancia, y es probable que muchos usuarios estén dispuestos a rebajar las exigencias gráficas si con ello obtienen un precio sustancialmente más bajo.
Esa es la baza que juega el Black Shark 4, que equipa un procesador Qualcomm Snapdragon 870 de ocho núcleos fabricado en 7 nm que cuenta con el apoyo de una GPU Adreno 650 integrada. Juntos consiguen mover sin compromisos juegos como Asphalt 9, Call of Duty, PUBG o Genshin Impact sin grandes sacrificios ni en calidad ni en fluidez.
En realidad, el Snapdragon 870 ofrece un rendimiento similar al Snapdragon 865+ que hasta hace unos meses copaba los rankings de rendimiento, por lo que en ningún caso estamos ante un smartphone que ofrezca un mal rendimiento en juegos.
Black Shark 4 | realme GT | POCO F3 | |
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Procesador | SD 870 | SD 888 | SD 870 |
Geekbench 4 Single | 4.634 | 5.086 | 4.548 |
Geekbench 4 Multi | 13.244 | 14.254 | 13.151 |
Geekbench 5 Single | 1.003 | 1.132 | 984 |
Geekbench 5 Multi | 3.377 | 3.456 | 3.363 |
3D Mark Wild Life (Puntuación| FPS) | 4.352 | 26,10 FPS | 5.867 | 35,10 FPS | 4.236 | 25,4 FPS |
AnTuTu | 619.508 | 753.646 | 674.543 |
PC Mark | 15.230 | 16.782 | 12.187 |
Obviamente, las diferencias en rendimiento con respecto al Snapdragon 888 son evidentes y determinados títulos como Genshin Impact no permiten la licencia de subir al máximo la calidad gráfica
Al buen comportamiento que ofrece el Snapdragon 870 se une la fluidez que proporcionan los 8 GB de RAM LPGDDR5 que integra la unidad que estamos probando que lo acompaña con 128 GB de almacenamiento interno con soporte UFS 3.1.
No es posible ampliar el almacenamiento con una tarjeta microSD, pero a cambio obtenemos una memoria muy bien optimizada para ejecutar juegos con fluidez y movernos de forma fluida por la interfaz.
Black Shark 4 | realme GT | POCO F3 | |
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Escritura secuencial | 482 MB/s | 403,27 MB/s | 418,03 MB/s |
Lectura secuencial | 1,08 MB/s | 977,98 MB/s | 880,28 MB/s |
Escritura aleatoria | 26,26 MB/s | 27,57 MB/s | 32,96 MB/s |
Lectura aleatoria | 18,52 MB/s | 16,73 MB/s | 15,89 MB/s |
Velocidad de copia en memoria | 7,59 GB/s | 8,87 GB/s | 10,93 GB/s |
Hemos notado que, aunque según la marca cuenta con un doble sistema de refrigeración en su interior, el aumento de temperatura se hace muy notable e incluso molesto en ocasiones tras un rato de juego, sobre todo en la zona del chasis de aluminio que rodea a la pantalla así como en la zona central de la trasera.
En general, no hemos sentido en ningún momento tener entre manos un móvil gaming que flaquee al ejecutar juegos o que se amilane ante tareas exigentes.
El apartado del software también tiene mucho que decir en cuanto a la fluidez. Nos encontramos con una capa personalizada basada en MIUI 12 que funciona sobre Android 11. JoyUI 12.5 es una capa orientada al gaming y, como tal, ofrece funciones que optimizan la experiencia en juegos ofreciendo múltiples opciones para personalizar el dispositivo.
Desde el punto de vista visual la interfaz es bastante cercana a MIUI 12 con prácticamente todas las opciones de personalización que la capa de Xiaomi permite, pero con opciones ampliadas para juegos dentro del espacio Shark Space, un centro de control para todo lo relacionado con los juegos y el comportamiento de la pantalla, la configuración de los gatillos magnético o el ajuste del rendimiento del procesador.
Estos ajustes también se pueden configurar desplegando el panel de control deslizando desde la parte superior durante la partida.
Una de las principales características del Black Shark 4 que estamos analizando la encontramos en sus gatillos físicos desplegables, que a diferencia de los gatillos táctiles de otros móviles gaming, ofrecen una experiencia más orgánica y cercana a un mando de juegos real, pero sin los inconvenientes de tener que cargar siempre con uno.
Estos gatillos no se limitan a las funciones de control durante el juego, sino que gracias a los ajustes del sistema, también permiten lanzar distintas aplicaciones o ejecutar acciones como activar el obturador de la cámara, encender la linterna o hacer una captura de pantalla pulsando uno de los disparadores.
Como acostumbra a suceder en los móviles gaming, al contar con opciones de configuración que no encontramos en otro tipo de móviles, sus menús de ajustes pueden ser algo más complejos de lo habitual. No obstante, Joy UI ha resuelto correctamente este inconveniente con una buena organización de secciones.
Sorprendente en fotografía para ser un móvil gaming
A nivel fotográfico, el Black Shark 4 ofrece una calidad equivalente a la que encontraríamos en un móvil de gama media. Esto no es extraño ya que la fotografía no se encuentra en los primeros puestos de la lista de prioridades en este tipo de móviles gaming.
La app de cámara del Black Shark 4 es exactamente la misma que puedes encontrar en cualquier smartphone de Xiaomi, mostrando los modos de disparo en la parte inferior, mientras que el panel superior se destina a alojar las opciones de disparo específicas de cada modo y de ajuste de la cámara.
No hemos tenido problema alguno al usarla ya que el procesador es capaz de moverla con fluidez sin que muestre cierres inesperados o retrasos al procesar las imágenes. En este enlace encontrarás algunas muestras de fotos y vídeos tal y como salen del smartphone.
Sensores | Apertura y estabilización | |
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Traseras | 48 Mpx | sensor de 1/1,97″ | 0,7μm | f/1.8 | PDAF |
Macro: 5 Mpx | f/2.4 | AF | |
Ultra gran angular: 8 Mpx | 120º | sensor de 1/4,0” | 1,12 μm | f/2.2 | |
Frontal | 20 Mpx | 0,8 μm | f/2.5 | EIS | foco fijo |
La cámara que mejores resultados ofrece es la cámara principal, que utiliza el agrupamiento de píxeles para mejorar la definición de las fotos. En general los resultados son buenos con buena luz, pero en ocasiones se excede con el saturado de los colores. Especialmente de los rojos llegando a saturar tanto la foto que pierde profundidad.
La parte positiva es que el procesado del color es bastante constante en todas las focales, lo cual no obliga a usar una determinada cámara en función de la luz y entrega fotos sin mucha diferencia de color.
La combinación de la lente gran angular y la lente principal permite aplicar un zoom digital de 2 aumentos que aguanta bien el tipo, lo cual incrementa la variedad de opciones disponibles.
La cámara Macro debe activarse desde el panel desplegable de la cámara –como en los dispositivos de Xiaomi—permitiendo acercar el punto de enfoque hasta los 4 cm.
La escasa resolución de este sensor hace que las fotos solo sean válidas para un contexto de redes sociales o para verlas en la pantalla del móvil, pero no para formatos mayores por su escasa definición.
Además, resulta complicado diferenciar qué punto se encuentra enfocado, y con tan poco margen de profundidad de campo no es sencillo mantener enfocados los detalles.
El Black Shark 4 cuenta con un modo Nocturno que consigue eliminar gran parte del ruido que se genera disparando en Automático, nivelando las luces altas para evitar zonas quemadas. Este procesado no consigue potenciar la nitidez por lo que la calidad va decayendo al mismo ritmo que la luz.
La cámara frontal tampoco se libra de la debilidad de un procesado que parece no estar a la altura de un hardware que creemos que sí puede sacar algo más de calidad.
En este caso, los selfies tienen una clara tendencia a la sobreexposición con el riesgo de mostrar rápidamente zonas quemadas en cielos y elementos a pleno sol, así como perder detalle en las pieles.
Si aplicamos el efecto de Retrato, de nuevo el procesado no es capaz de definir con exactitud los límites de la silueta a poco que esta no está perfectamente contrastada con un fondo homogéneo.
El Black Shark 4 permite grabar vídeos en 4k a 60 fps sin estabilizar, pero hemos obtenido mejores resultados en las tomas a 1080p con un movimiento mucho más estable y contenido.
4.500 mAh, 120 W y 5G, el futuro del gaming es esto
Un hardware de alto rendimiento a menudo implica un alto consumo energético, por lo que los móviles gaming tienden a ser grandes y pesados a causa de sus enormes baterías.
El Black Shark 4 no es precisamente una sílfide en cuanto a grosor, pero al menos no lo ha empeorado más tratando de integrar una batería gigantesca. En su lugar a optado por montar una batería de 4.500 mAh que, en realidad, se comporta de la misma forma que la mayoría de móviles de gama media, obteniendo una media de 7 horas de autonomía en un escenario de uso mixto.
Cuando se exprime al máximo el rendimiento, su autonomía baja hasta las poco más de 4 horas. ¿Ofrece el Black Shark 4 un tiempo de juego suficiente para obtener una buena experiencia gaming?
Pues depende del tiempo que pases sin acceso a una toma de corriente ya que el Black Shark 4 que estamos analizando soporta una carga ultrarápida de 120 W (en la versión global vendrá con un cargador de 67 W).
Esta carga rápida –la más rápida que hemos probado hasta la fecha— permite cargar el móvil hasta el 50% en solo 8 minutos, mientras que completa el 100% de la carga en solo 21 minutos.
Es decir, que si tienes acceso a una toma de corriente durante al menos unos minutos a la jornada, podrás jugar sin miedo a quedarte sin batería y sin tener que esperar mucho tiempo para recuperar la carga.
En cambio, si durante tu jornada diaria no tienes acceso a una toma de corriente, su autonomía puede verse comprometida, aunque no tendrá mayores problemas con un uso más moderado del smartphone llegando al final de la jornada con algo de batería.
A lo que no renuncia este Black Shark 4 es a la conectividad, elemento cada vez más imprescindible para disfrutar de una buena experiencia en juegos.
El móvil gaming de Black Shark cuenta con soporte para redes 5G y WiFi 6 para asegurarse una velocidad de conexión sin tirones y caídas para los juegos online. Además, lo complementa con conectividad Bluetooth 5.2 y posicionamiento A-GPS, GLONASS, Galileo, QZSS, BDS.
Lo que no encontramos es soporte NFC para pagos móviles o para facilitar la conectividad con otros dispositivos, lo cual le resta algún punto en este apartado.
Contar con dos altavoces le aporta una cierta comodidad a la hora de reproducir audio reduciendo la distorsión en todo el recorrido de potencia. No obstante, el sonido que se obtiene queda algo plano y exento de bajos, aunque con un buen nivel de volumen.
El hecho de estar dirigido hacia las manos del usuario también hace que la experiencia de sonido no sea tan envolvente dado que las propias manos dificultan la dispersión necesaria. Nos habría gustado encontrar un sonido frontal proyectado hacia el usuario, pero tanto a nivel de potencia, como de calidad, el Black Shark 4 cumple en este aspecto.
Móvil gaming al alcance de todos que renuncia a muy poco
Aprovechamos los últimos compases de nuestro análisis del Black Shark 4 para darte nuestra opinión sobre la experiencia de uso que ofrece este móvil gaming barato.
En realidad, debemos decir que este smartphone ha superado nuestras expectativas. Temíamos que, al no contar con el procesador más potente del mercado, el Black Shark 4 podría no ofrecer la mejor experiencia de juegos. Nada más lejos de la realidad.
En determinados títulos especialmente exigentes hemos tenido que relajar las exigencias gráficas para mantener un buena tasa de fps y evitar tirones durante el juego pero, por lo general no hemos encontrado diferencias insalvables entre este Black Shark 4 y otros móviles gaming que equipan el Snapdragon 888.
La gran fortaleza de este Black Shark 4 es la pantalla y los gatillos físicos que ofrecen una respuesta más orgánica en los juegos. En realidad, el hecho de tener 144 Hz pasa a un segundo plano ya que raramente va a funcionar a esa tasa de refresco. Pero sí cobra importancia la tasa de muestreo táctil y, sobre todo, la calidad y brillo que ofrece el panel Samsung E4.
La propuesta de Black Shark 4 es realmente interesante porque permite tener un móvil gaming desde 499 euros. Un precio muy por debajo de otros móviles de este nicho de mercado.
Sin embargo, el recorte en prestaciones que ha sido necesario para alcanzar ese hito lo dejan a merced de otros competidores como el realme GT—que ya analizamos aquí—, que por los mismos 499 euros ofrecen prestaciones muy similares, un procesador Snapdragon 888 y soporte técnico en España.
Más allá del debate sobre la utilidad real de los móviles gaming frente a los móviles convencionales, el Black Shark se sitúa a medio camino entre ambos con un aspecto muy discreto, pero unas características muy específicas que le llevan a posicionarse como uno de los móviles gaming baratos más interesantes del momento.