Las razones por las que el Tesla Roadster sigue retrasándose | Motor

El Tesla Roadster se vuelve a retrasar. Presentado en 2017, ha pasado por varias fechas: 2020, 2022 y ahora 2023… como poco. Veamos cuáles pueden ser las causas.

El Tesla Roadster se presentó en 2017 en un evento muy al estilo de Elon Musk, con grandes palabras, anuncios, pantallas llenas de vídeos, números y fotos bonitas.

Así, se habló del camión, el Tesla Semi (retrasado como poco a 2022), y del Cybertruck (retrasado sine die por un error en Matrix, según Musk), pero de estos modelos aún se sabe tirando a poco.

¿Y el Roadster? Es complicado. Por un lado, estamos hablando de un superdeportivo eléctrico que se supone que es capaz de ponerse a 100 km/h en 1,9 segundos, superar los 400 km/h y capaz de generar unos 10.000 Nm a la rueda. Ahí está la que podría estar la primera razón.


Esta pantalla multimedia táctil sustituye a la radio del coche e integra Android Auto para usar el GPS, YouTube, Mapas, Spotify, y otras apps de Android.

Más aún si tienes en cuenta que en teoría debería aparecer una versión con cohetes desarrollada por SpaceX con el que podría llegar a los 100 en apenas un segundo… y eso probablemente hará, como poco, levantar una ceja a las autoridades encargadas de homologar cualquier coche nuevo.

Otra causa radica en el tema económico. Y esta es una obra de ingeniería importante que requiere buenos fondos y muchos recursos. Por eso, al poco de presentarlo el propio Elon Musk anunció que retrasaban el proyecto para priorizar otros como el Tesla Model Y o la Gigafactoría de Berlín.

«El Roadster es como el postre«, dijo Musk en su momento con una de esas metáforas que tanto le gustan (como la de Matrix de un poco más arriba). «Primero viene la carne, las patatas, las verduras y todo lo demás«. 

Aunque a lo mejor eso no le gusta a quien ya ha depositado al menos los 5.000 dólares de prerreserva, a los que se unía un pago de otros 45.000 al poco tiempo para garantizarse el coche.

Por último, otra causa del retraso del Tesla Model S es común a otros fabricantes de diversas puntas del mundo como Toyota o Ford, y además la principal de todas: la crisis de los chips y los semiconductores. Cada vez más, los coches son elementos tecnológicos repletos de estas piezas…

…y claro, aquí se junta la tormenta perfecta: por un lado, hay un gran desequilibrio entre la oferta y la demanda, y el parón de la producción el año pasado no ha hecho más que acentuar el problema. 

Y es que los chips se fabrican con materiales escasos, los llamados semiconductores, que son ideales para conducir la electricidad o incluso para aislarse de ella. Hay unos cuantos, pero los más conocidos son el silicio, el cadmio y el selenio.

El problema radica en que, igual que el cobalto para fabricar baterías está en lugares como Corea del Norte o China, los principales productores de semiconductores están en países «complicados»: China, Singapur… Y otros como Corea del Sur, que tienen una industria más que boyante y no van a pararla para alimentar a la competencia.

Por eso, como admitió Musk a la CNBC, hay problemas en la cadena de suministro. «2021 ha sido un año de cortes brutales en las cadenas de producción, así que hubiera dado igual que hubiéramos tenido 17 nuevos productos porque ninguno hubiera llegado. Pienso que 2022 no sería dramático [pero] el nuevo Roadster debería llegar en 2023«.

Veremos en qué queda la cosa… ¿Alguna apuesta?

Este artículo fue publicado en Top Gear por Luis Guisado.

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