Más que de aciertos, hoy hablaremos de cuáles son los errores más frecuentes en el mundo del blogging y a su vez, de las posibles soluciones que puedes implementar para repararlos.
Sigue leyendo para conocer cuáles son esos fallos de principiante que deberían desaparecer de tu blog y la mejor forma para darles la vuelta.
Recurrir a ideas aleatorias para tu contenido
En muchas ocasiones, es frecuente al comenzar a redactar los primeros post de un blog, recurrir a fuentes de inspiración aleatorias o casuales, que pueden sobrevolar tu cabeza mientras te duchas, paseas o viajas en autobús. Sin embargo, es importante recordar que el blog debe tener un eje temático común y unos contenidos programados de forma previa.
La solución pasa a responder a objetivos más amplios de tu compañía o proyecto, por lo que es aconsejable que te marques pequeñas metas y cuestiones específicas que resuelvan las necesidades de tus clientes potenciales. Programar reuniones con la plantilla de trabajadores puede ser muy positivo para planificar las líneas a seguir.
Escribir de manera excesivamente técnica y rígida
Un blog no es un manual técnico ni un ensayo científico, sino que sus contenidos deben propiciar que la gente disfrute de la lectura, aportando valor sobre el sector relacionado con el proyecto. Por eso, captar la atención y despertar el interés deben ser máximas a seguir, propiciando una escritura amena, ágil y con ritmo adaptada al modo de lectura de Internet, los mapas de calor y la tendencia de los usuarios a escanear previamente el contenido.
Una solución a este problema es escribir como se habla, con un enfoque conversacional que humanice tu marca y que el lector pueda percibir como cercano a nivel emocional. También puedes recurrir al humor y a los juegos de palabras.
Creer que tu público se interesará permanentemente por tus contenidos
Un buen comienzo en el ámbito del blogging no es sinónimo, ni muchísimo menos, de un interés perpetuo en tus historias, sino que debes aspirar a mantener y mejorar la calidad y el interés. De hecho, el comienzo será un terreno embarrado, puesto que nadie tiene a priori porqué interesarse en las experiencias o contenidos que difundes.
Debes intentar mostrar y proyectar tu propia personalidad en la escritura del blog, haciendo de la redacción un estilo único y personal. Puedes optar por hacer referencias a la cultura pop, elaborar tus propios contenidos multimedia, aliñar con sentido del humor tus mensajes o ser cronista de determinados eventos. Lo importante es que sepas que ser impersonal no te ayudará a lograr tus objetivos. Tu tono debe ser personal. accesible y atractivo.
Quién mucho abarca, poco aprieta
Muchas veces, los bloggers principiantes intentan cubrir un espectro temático demasiado amplio e inexacto, excesivamente ambicioso de hecho, al estilo Negocios o Cómo hacer dinero en Internet. Sin embargo, funcionan mucho mejor los blogs de nicho con temáticas más específicas, que atesoran mayor calidad al ser menos generalistas y tienen más posibilidades de conversión y monetización con respecto a la audiencia.
Como solución, crea títulos muy específicos, lo que en términos de SEO se conoce como long tail, investiga a fondo acerca de ellos e intenta generar un resultado completo en un molde ameno para tu público.
Escribir un tratado de diez páginas
Un blog no es un libro, ni una enciclopedia. Debes tener en cuenta que muchas personas echarán un vistazo a las negritas, a los subtítulos, al titular o a la fotografía para decidir si van a consumir ese contenido. Debes aprender a esquematizar tus ideas, dividirlas por párrafos, segmentar la información y etiquetarla mediante títulos, índices y viñetas para que resulte más atractiva.
Las listas, las presentaciones en Slideshare, los vídeos o los rankings son algunos de los formatos más populares en el mundo del blogging. No recurras a párrafos ni a frases demasiado largos, no emplees un lenguaje pomposo y apóyate en elementos gráficos para explicar mejor la información.