Un nuevo informe ha revelado el reducido número de usuarios que mantienen sus dispositivos actualizados con la última versión de Windows 10. ¿Por qué se resisten los usuarios a seguir las actualizaciones de Windows?
Cada poco tiempo, lo usuarios de un dispositivo Windows reciben un aviso de una nueva versión o actualización disponible. Es necesario reiniciar el ordenador para fijar los cambios que esta versión ofrece. Sin embargo, no todos hacen caso de este aviso.
Un nuevo informe de AdDuplex de marzo de 2021 asegura que la última versión presentada por Microsoft solo ha llegado a un 25,95% de dispositivos Windows del mercado. Un cifra realmente baja que contrasta con la versión de este sistema más extendida. Un 42,1% de los ordenadores mantiene la Windows 10 2004.
Esto supone un riesgo muy alto para el sistema, tanto para la compañía como la para los propios usuarios. Tener una versión antigua supone estar expuesto a muchos de las amenazas que se han creado y analizado en los últimos años. Por poner un símil llamativo, sería como proteger nuestra casa de los posibles ladrones con un candado del siglo pasado.
Microsoft lleva tiempo trabajando en el método de actualización de sus dispositivos para eliminar algunas de las molestias que crean esa reticencia en los usuarios a actualizar sus ordenadores. Para empezar, una de las quejas más recurrentes hace referencia a la frecuencia de esas actualizaciones, cada pocas semanas se recibe una por un motivo u otro. Windows lanza dos grandes actualizaciones al año y varias todos los meses para nuevas funciones y correcciones de seguridad.
Si ya resulta un proceso aburrido, encima su frecuencia lo convierte en monótono y poco importante. Además, según el informe, la mayoría de usuarios no ven necesario actualizar su dispositivo. Algo que parece funcionar bien, no debería ser necesario arreglarlo o cambiarlo.
Tanto los expertos en ciberseguridad como las empresas recomiendan actualizar con frecuencia para reforzar la seguridad, brechas y fallos que no se ven y no molestan hasta que un ataque informático los utiliza y se convierte en un problema mayor y más difícil de solucionar. Las actualizaciones no solo sirven para incorporar nuevas funciones atractivas o cambios en el diseño del escritorio, pero esto hay muchos usuarios que no lo saben.
También es importante recordar que Windows suele presentar con frecuencia actualizaciones, de las cuales muchas han ocasionado problemas graves como pantallas en azul u otros fallos del sistema. Por eso, los expertos aconsejan esperar un tiempo antes de actualizar, un periodo prudente para comprobar que no se detecta ningún fallo grave y es seguro. Esto da mala imagen a la marca y genera recelo entre los usuarios.
En el informe se perciben esta falta de información que no beneficia al sistema de comunicaciones. A la empresa también le supone un gasto excesivo mantener algunas versiones para dar soporte a todos esos usuarios que tardan o se niegan a actualizar, por lo que todos salen perdiendo.