La aerolínea Spirit Airlines aprovecha la situación del coronavirus para impulsar el uso de los datos biométricos de cara a agilizar trámites y evitar la interacción humana.
La crisis del coronavirus está causando importantes problemas en varias industrias, pero también acelerando otras. Todo lo que se refiere a monitorización del individuo ha visto un crecimiento en los últimos meses y uno de los ejemplos es el uso de tecnología de reconocimiento facial en distintos entornos. Entre los ya conocidos, uno que parece cada día más cercano es el de los aeropuertos.
Algunos aeropuertos españoles ya tienen instalada una tecnología similar y llevan tiempo haciendo pruebas con ella, pero en compañías de otros países se está empezando a utilizar de una forma más avanzada, directamente para los trámites de acceso.
Spirit Airlines ha anunciado que ha instalado máquinas que permiten el reconocimiento mediante datos biométricos en el aeropuerto O´Hare de Chicago. Este es un primer paso para eliminar por completo la interacción humana.
La idea es que en un futuro se pueda realizar hasta la facturación de las maletas y así agilizar aún más los trámites y reducir las habituales colas. La aerolínea piensa que «Limitar los puntos de contacto y las interacciones cara a cara innecesarias cambiará la forma en que operan los aeropuertos«, según recoge de sus declaraciones Techcrunch.
Según los tiempos que maneja la empresa, reduce los tiempos ante ventanillas en al menos 70 segundos por persona, aunque existe un debate sobre si se utilizan estos servicios, que hace tiempo estaban planeados, para eliminar empleo en los aeropuertos.
Queramos o no, al igual que ocurre con las máquinas de autocobro del supermercado, cada día vamos a ver más tecnología de este tipo en los aeropuertos y nuestro día a día, pero aún quedan muchos debates por superar sobre su privacidad y eficiencia.