CARACTERÍSTICAS DEL SONIDO
Tiempo de reverberación (RT60)
El tiempo de reverberación o RT60, se define como el tiempo necesario para que un sonido en una habitación decaiga 60 decibelios (dB), o a una millonésima de su intensidad original. En términos prácticos es el tiempo aproximado para que un sonido muy fuerte decaiga a inaudible. A medida que el campo reverberante desaparece con el ruido ambiente presente en la sala, los instrumentos diseñados para medir RT60 suelen medir sólo los primeros 20 o 30 dB de decadencia. Entonces la tasa de descomposición se rige principalmente por tres factores: Primero, la intensidad de energía inyectada a la habitación; segundo, la cantidad de absorción acústica en la sala; y tercero, la distancia que el sonido debe viajar entre las superficies reflectantes. SI estas superficies estas alejadas, más tiempo se necesita para que las reflexiones viajen de una superficie a la otra y una reverberación prolongada persistirá en la sala antes de que se absorbe o decaiga a inaudible. A menudo, un simple aplauso con las manos puede proporcionar una indicación de potenciales problemas que pueden anticiparse de reverberación. Si el sonido de nuestro aplauso es todavía audible después de dos segundos, podemos estar seguros que la reverberación es significativa, para el RT60 real es considerablemente mayor que el tiempo de reverberación percibido por nuestros oídos. Por otra parte, cuando el impulso del sonido generado por nuestro aplauso desaparece dentro de un segundo o menos, podemos estar agradecidos de que la reverberación probablemente no será un obstáculo serio. Un tiempo de reverberación de un segundo o menos se puede considerar un entorno acústico muy satisfactorio para el refuerzo del habla, desde el sonido directo y las primeras reflexiones constituyen la mayor porción del campo de sonido. Tiempos de reverberación de varios segundos no son infrecuentes, a veces en exceso de ocho segundos. Cuando un gran estadio está situado parcialmente al aire libre, la presencia de un suelo de hormigón, paredes reflectantes, y posiblemente, un techo de acero crea una inmensa habitación, aunque no esté totalmente cerrado. Esa «habitación» es probable que posea muchas de las características indeseables que contribuyen a las reflexiones y a la reverberación grave.
Ahora bien la mención del campo reverberante introduce otro concepto muy importante para nuestro análisis del comportamiento del sonido en lugares cerrados. Si estamos cerca de un parlante, la existencia de cualquier cantidad de reverberación es de poco interés. Sin embargo, a medida que avanzamos lejos de la fuente de sonido, el nivel de sonido directo disminuye según la ley del cuadrado inverso, tal como lo hace en ambientes al aire libre. Si la habitación es suficientemente grande y reverberante, habrá una pérdida gradual de la articulación a medida que avanzamos más en el campo reverberante, que se mantiene en un nivel bastante constante. Como el sonido directo continúa disminuyendo, la reverberación puede degradar la articulación hasta el punto donde la claridad del habla se ve seriamente afectada. Los oyentes sentados en el campo directo del parlante no experimentarán ningún problema con la pérdida de la articulación. Sin embargo, los que están sentados en el campo reverberante si experimentaran una reducción de la claridad. Esta interacción entre los campos directos y reverberantes es característico de todas las grandes habitaciones. Esto puede ser fácilmente demostrado mediante la amplificación de un poco de ruido rosa de un solo ancho de banda de octava a una sonoridad constante. 
Un medidor de nivel de sonido se utiliza para medir el nivel de presión sonora (SPL) inducida en la habitación. Si nos movemos lentamente desde un punto distante en el campo reverberante hacia la fuente de sonido, vamos a notar que el SPL se mantiene bastante constante. Eventualmente, sin embargo, el SPL comenzará a subir hasta que alcanza un nivel de 3 dB por encima de la lectura del campo reverberante. El campo directo y reverberante son iguales en este punto, con la suma de los dos campos iguales, la resultante será un aumento de 3 dB en el nivel. Un concepto muy útil en el refuerzo de sonido en interiores es la distancia crítica o DC, está directamente relacionada con las características acústicas de la habitación. Experimentos han demostrado que tres veces el DC es aproximadamente el máximo que puede tolerarse antes que la pérdida de articulación se vuelve inaceptable. Debe tenerse en cuenta que DC no representa una posición fija, sino más bien, varía alrededor de una posición media que está constantemente cambiando de acuerdo con la sonoridad de lo que se está amplificando. Si estamos en una conferencia y el orador hace una pausa lo suficientemente larga para que el campo reverberante muera lejos, entonces en sus primeras palabras después de la pausa ingresaran un mínimo de reverberaciones y de esta manera se oirá con claridad a una distancia mayor. A medida que continúa hablando, el campo reverberante volverá a construirse hasta un nivel promedio y este nivel tiende a seguir a la persona que habla. Si él de repente baja su voz, la reverberación continua opacara sus palabras durante unos segundos hasta que caiga de nuevo el nivel. En la práctica, la reverberación excesiva parece degradar la articulación de un orador muy dinámico más de lo que lo hace la de uno que habla en un nivel más uniforme.
¿Cuánta pérdida de articulación es aceptable?
Pruebas realizadas por investigadores han sugerido que el 10 % de la pérdida de una articulación se consideraría el máximo que se puede tolerar para un discurso durante períodos prolongados. Como aumenta la cantidad de datos perdidos, el cerebro debe trabajar más duro para montar pensamientos significativos a partir de información parcial, dando lugar a lo que se conoce a veces como fatiga del oyente. El cerebro debe trabajar más duro para lograr la comprensión, presentándose el cansancio, la fatiga y una poca atención. Ahora bien algunos piensas que elevando el sonido del sistema resuelve el problema, pero esto muy rara vez ocurre. Más bien al elevar el nivel de sonido tiende a empeorar la situación, aumentando el nivel del campo reverberante, afectando a más oyentes. Muchos estudios han intentado definir una fórmula específica para establecer el punto en el que se convierte en un grave problema de inteligibilidad, pero estos enfoques matemáticos no han sido totalmente satisfactorios. De hecho, la inteligibilidad, o la claridad del habla, se determina no sólo por la RT60 de la habitación, también por el nivel del campo reverberante, el nivel del ruido ambiente, la enunciación y la calidad de voz de la persona que habla, y de la agudeza auditiva del oyente. Todos estos factores deben sopesarse a la hora de hacer un juicio subjetivo de la inteligibilidad del sonido.
Puede ver también:
El Sonido Segunda Parte-Nivel de Sonido
El Sonido Tercera Parte-Longitud de Onda, Fase