Con una genética fabulosa, estaba llamado a reinar en el culturismo. Un verdadero ejemplo de vida y de superación, su grandiosa historia queriendo volver a competir tras su leucemia, demostró que nuestras tendencias instintivas son una reminiscencia de nuestro pasado. Su historia como culturista fue un drama sublime de esfuerzo, lucha y superación.
Nos referimos al grandioso Dennis Newman, quien nació el 4 de enero de 1970, en la capital mundial del culturismo, California; siguiendo la tradición de una nación que prioriza la práctica deportiva, el joven practicó diverso deportes en su etapa de colegial.
Un día, cuando tenía 14 años vio una foto del gran Samir Bannout, Mr. Olympia de 1983, en la habitación de su hermana, inspirándose en su figura del conocido «León del Libano», el joven comenzó a levantar pesas; se había despertado la pasión por los «fierros». Con apenas 16 años, comienza a competir en torneos de ámbitos local, donde se veía a una grandiosa promesa. Su primera victoria llego en un concurso celebrado en la base militar de Monterrey en California, le seguiría sendas victoria en los torneos de adolescentes de San José y del Condado de Orange.
A finales de las ochenta una nueva generación de culturistas florecía. Pero había uno que tenía tatuado en su cuerpo la palabra TALENTO, ese era Dennis Newman. En 1989, gana el campeonato adolescente de California y el campeonato de USA. Parecía traído de la mitología, tras quedar 2º en los nacionales de 1993, gana por fin los campeonatos nacionales de Estados Unidos de 1994, arrasando en su categoría de peso pesado, como en la general.
“Siempre trate de escuchar a la gente que sabía, para poder aprender” decía. Newman, tenía look de estrella de cine, pero un cuerpo de Herculio; enorme y estético y con unos brazos enormes, fue llamado como “El elegido”. En 1994, logró su ansiado sueño, ser culturista profesional, pero su carrera terminaría antes de empezar.
El hombre que poseía el mejor físico de su generación, unas semanas más tarde de haber obtenido el título de los Estados Unidos y el tan ansiado carnet de profesional, estaba luchando por su vida. Se enfermaba constantemente, comenzó a padecer fatiga extrema, fiebre, mareos, sudores exagerados y sus ojos estaban rojos; la tarde de 4 de septiembre, le detectaron leucemia con tan solo 24 años. Desconsolado y con el rostro lleno de lágrimas, le dijo a su mujer:”¿Por qué a mí?¿Que hice para merecer esto?” . Al día siguiente, comenzó a recibir dos horas diarias de quimioterapia, dos veces al día. Además, recibía una transfusión diaria de sangre, los médicos le dijeron que el uso de hormona del crecimiento y anabolicos, había acelerado su predisposición genética a padecer leucemia. El 26 de septiembre abandonó el hospital, a la espera de un trasplante de médula ósea.
Un día, vió su foto en una revista de culturismo, y pensó lo feliz que fue en esas épocas; pero recordó lo que debía tomar para estar así, y pensó: “El culturismo competitivo se ha acabado para mí para siempre”. Pasados unos años, no quiso aceptar que su carrera había terminado, aún albergaba sueños de gloria en su corazón. Así que, volvió al entrenamiento y a la dieta. Tras someterse a terapias de células madres, quiso volver a la competición en 1996, pero recién dos años más tarde reapareció en la escena culturista.
Renovó su carnet de carnet de profesional, Dennis Newman, participó en el Iron- Man PRO en 1998, donde quedó 7º. Posteriormente, aquella promesa la cual todos llegaron a creer que llegaría a ser mejor que el gran Arnold Schwarzenegger, siguió competiendo en los años 1999 y 2000, en el 2001 puso punto final a su breve carrera; pero en el 2008, intentó volver a competir; sin embargo, no logro nada.
Este hombre, que fue promesa en su tiempo, con 24 años, pasó de modelo deportivo a seguir, a un ejemplo de cualquier persona que se enfrenta a la adversidad. Nunca pudo demostrar todo su potencial, su carrera se detuvo en contra de su deseo. Se le considera sinónimo de carácter y fuerza, no cayó a pesar de tener la adversidad encima. A pesar de su corta carrera y de no haber ganado ningún título importante , supo ganarse el respeto y la admiración de grandes celebridades del culturismo, por su dedicación y esfuerzo. Actualmente, vive en Laguna Beach, donde tiene negocios y trabaja como entrenador personal.
¿Que tal te pareció esta historia? Todos tenemos que enfrentarnos a problemas, y muchas veces hay que renunciar a nuestros sueños, no porque nosotros quisiéramos, si no por la adversidad. ¿Te dejaras vencer?