La Independencia de Estados Unidos estará marcada por los intentos de frenar el avance del coronavirus (COVID-19) en distintos estados del país con restricciones de todo tipo, incluso los tradicionales fuegos artificiales que suelen verse en 4 de julio han sido vetados en distintos puntos del país.
En Pasadena, el tradicional espectáculo de fuegos artificiales que se realiza en el Rose Bowl no se realizará este año, las autoridades además han dispuesto multas o cárcel para las personas que utilicen pirotécnicos durante las fiestas.
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“La multa será de 1.000 dólares o posiblemente seis meses en cárcel”, informó a Telemundo Cristian Allen, del departamento de Policía de Pasadena.
La página oficial de la ciudad de Pasadena en Twitter anunció que la tradicional celebración en Rose Bowl será on-line.
“No hay espectáculo de fuegos artificiales en Rose Bowl este año. Celebre las vacaciones con las personas que vive solamente y disfrute las celebraciones de este año en línea”, anunció en Twitter City of Pasasdena.
Con estas medidas, además de prohibir aglomeraciones, se busca que cualquier persona no haga estallar fuegos artificiales.
“Entiendo que quieres tener una celebración. Lo entiendo, pero tenemos que tomar estas precauciones porque (los fuegos artificiales) pueden causar incendios forestales mortales y lesiones personales”, dijo el jefe de bomberos interino de Pasadena Bryan Frieders al diario local Pasadena Star News.
Sin embargo, la máxima autoridad del país, Donald Trump, para celebrar la independencia de Estados Unidos, tiene previsto asistir el viernes con su esposa Melania a los fuegos artificiales en el Monte Rushmore, una atracción turística de Dakota del Sur, donde las cabezas de los expresidentes fueron talladas sobre granito.
La actitud del mandatario contraviene, por ejemplo, con la Alcaldía de Nueva York que creó hace unos días un equipo policial para investigar y aplicar “mano dura” a los vendedores, distribuidores y propietarios de fuegos artificiales ilegales ante su notable proliferación en los últimos días, que ha provocado numerosas quejas a los servicios de emergencia por el ruido de las explosiones.