Sealander, la caravana flotante que se transforma en un yate de recreo | Motor

Una caravana cuesta bastante dinero. Pero, ¿y si la pudiésemos utilizar también como yate de recreo?  Así es Sealander, la caravana flotante.

La decisión de comprar una caravana casi siempre se basa en el deseo de disfrutar de los viajes y las estancias al aire libre. Con una caravana puedes acampar y dormir donde quieras. Con Sealander, la caravana flotante, también puedes navegar por un río o un lago.

Sealander fusiona dos conceptos que rara vez van juntos, porque una caravana es un vehículo o complemento terrestre. Pero la marca alemana Sealander le ha encontrado una segunda utilidad: ha convertido su mini caravana en una yate de recreo para seis personas. Y aquí la imaginación se dispara, porque aumenta el abanico de posibles destinos.

Es tan sencillo como desplegar el techo enrollable, colocar el motor fueraborda… y lanzar la caravana al agua. Puedes verla en acción en este vídeo:

Sealander, la caravana flotante, abre las puertas a un nuevo tipo de diversión y escapadas de fin de semana.

Ya no se trata solo de acampar: ahora también puedes navegar con tu caravana. Y con una importante ventaja: debido a su tamaño compacto no necesita ningún tipo de licencia, ni para transportarla por carretera, ni para navegar.

Fabricada con fibra de vídrio y plástico, tan solo pesa 450 Kilos. Puede transportar una carga de 750 Kilos en carretera y 410 Kilos en el agua. Y solo mide 189 centímetros de alto, así que cabe en cualquier garaje.


Batería portátil con una capacidad de 20.000mAh y carga inalámbrica para móviles compatibles. También tiene carga rápida de 18W y dos salidas, un puerto USB y otro USB-C.

La versión estándar incluye una mesa y dos asientos reclinables con una capacidad para seis personas. Estos asientos se pueden echar hacia atrás para convertirlos en una cama para dos personas.

Además hay una serie de complementos que se pueden instalar, para personalizar esta caravana flotante a tu gusto. Desde un lavabo de acero inoxidable a una cocina, altavoces ambientales, retrete, ducha, y mucho más.


Reconozcámoslo, nos gustan los coches que pueden circular a 250 o 300 Km/h, aunque sepamos que nunca vamos a alcanzar estos registros. Entonces, ¿qué sentido tiene comprar un coche que puede correr a 500 Km/h?

Sealander, la caravana que se transforma en yate de recreo, tiene un precio de 18.450 euros mas complementos.

El motor fueraborda no está incluido, pero sí el enganche para colocar cualquier tipo de motor de lancha o yate. Solo requiere un motor acuático con una potencia de 9,87 CV.

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