En el aeropuerto de Lyon puedes dejar tu coche dentro de una caseta y cuando regreses lo encontrarás allí. Pero entre medias se ha movido por todo el aparcamiento del aeropuerto.
Uno de los usos más obvios de los robots es hacer cosas que los humanos no pueden hacer. O al menos, hacerlo sin fallos. Stan en un robot autónomo aparcacoches, un puesto de trabajo que existe, pero aporta una función extra: la densificación.
Aeropuertos de Lyon, junto con la empresa de robótica Stanley Robotics, han desarrollado Stan, el robot autónomo aparcacoches. Literalmente puede tomar el control de un coche aparcado, y colocarlo en otro lugar. Pero su función va mucho más alla de esto.
En este vídeo puedes ver el curioso método que utiliza para aparcar los coches sin necesidad de ponerlos en marcha:
El servicio que ya proporciona el aeropuerto de Lyon es muy práctico y curioso.
Cuando un viajero tiene que dejar su coche en el aeropuerto, lo aparca en un garaje cubierto. Mientras está volando el robot Stan saca el coche del garaje y lo aparca en una de las plazas al aire libre.
Unos minutos antes de que regrese el dueño de su viaje, Stan lo recoge de la plaza (es capaz de leer las matrículas) y lo vuelve a dejar en el garaje cubierto. Su dueño lo encontrará donde lo había dejado, pero en realidad su vehículo ha estado en el aparcamiento exterior todo el tiempo.
No se trata solo de un servicio de cortesía del aeropuerto. Este tipo de robots llevan a cabo una tarea muy importante para las empresas que mueven un gran volumen de coches: la densificación.
Lo que busca la densificación es aprovechar al máximo el espacio. En este ejemplo concreto, la precisión de Stan para aparcar coches es tan grande que puede colocarlos mucho más juntos que un conductor humano, así que caben más coches en el mismo espacio. En el mismo aparcamiento se pueden meter un 20 o un 30% más de vehículos.
Como vemos en el vídeo Stan es un robot completamente autónomo, que trabaja las 24 horas del día. Utiliza varias cámaras y un software de reconocimiento de imágenes para moverse por el aparcamiento y sortear obstáculos.
Un curioso mecanismo que se introduce en los bajos del coche y lo sujeta por las ruedas, levantándolo, permite moverlo sin arrancarlo.
Stan también se utiliza ya en fábricas de automóviles francesas, para sacar los coches nuevos de las factorias y aparcarlos en el exterior, ocupando el mínimo espacio posible.