Estados Unidos llegó este domingo a 31.668.343 casos confirmados del coronavirus SARS-CoV-2 y 567.210 fallecidos por la enfermedad del COVID-19, de acuerdo con el recuento independiente de la Universidad Johns Hopkins.
Este balance a las 20.00 hora local (00.00 GMT del lunes) es de 335 muertes más que el sábado y de 42.470 nuevas infecciones, si bien los fines de semana el recuento se ralentiza.
California es el estado más golpeado por la pandemia con 61.038 muertos, seguido por Nueva York (51.579), Texas (49.595), Florida (34.439), Pensilvania (25.665), Nueva Jersey (25.143) e Illinois (23.955).
Otros estados con un gran número de fallecidos son Georgia (19.758), Ohio (18.991), Michigan (17.934), Massachusetts (17.462) y Arizona (17.153).
En cuanto a contagios, California suma 3.717.911, le sigue Texas con 2.850.575, tercero es Florida con 2.168.901, Nueva York es cuarto con 1.998.912 e Illinois es quinto con 1.302.134.
El balance provisional de fallecidos -567.210- supera con creces la cota más baja de las estimaciones iniciales de la Casa Blanca, que proyectó en el mejor de los casos entre 100.000 y 240.000 muertes a causa de la pandemia.
El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, ha pronosticado que en total morirán más de 600.000 personas en el país a causa del virus.
Por su parte, el Instituto de Métricas y Evaluaciones de Salud (IHME, en inglés) de la Universidad de Washington, en cuyos modelos de predicción de la evolución de la pandemia se fija a menudo la Casa Blanca, calcula que para el 1 de julio habrán muerto unas 610.000 personas.
En lo que a vacunas se refiere, unos 131,2 millones de personas (un 39,5 % de la población) han recibido al menos una dosis, de las cuales 84,2 millones (25,4%) están ya completamente inmunizadas, según los Centros de Control y Prevención de Enfermedades (CDC).
Fuente: EFE